martes, 27 de marzo de 2007

Requena

Celebrando el cumpleaños de mi muerte, hoy la atravesé.
Debía de llevarme a casa…


Requena

Rodares tibios
sobre la piel de alarma
Mentones rotos
entre arrugas de adoquín.

Veredas creyendo
en capítulos de flechas
que daban el éxodo
en una esquina cualquiera.

Alardeo de almacenes
y casas con sus pianos;
escasez de funerarias
y escalón para caer.

Ángeles que ocurren
habitando simetrías,
entre risas salpicadas

y fantasmas sin espejos.

Hurgadores de basura
desvanecen origamis
estudiándose los pliegues
de palomas marchitas.

Ocaso de purpurina
a treinta segundos
evita cualquier roce
con la calle de las flores.

Murciélagos de colores
bajo grutas inundadas
de aspirinas que no pueden,
de esquinas que no suceden,
de olor por aroma
y de dolor por dolor.

Y bajo sus pasacalles
de lenguas que desarman,
hay amores de ruleta
salivando Carmenere.

3 comentarios:

Diego dijo...

muy lindo ta bueno

Un Tipo dijo...

Gracias, Diego.

Ahora bien, en caso de que te encuentres en recorrida de tejados, yo bajaría por los de Salterain y subiría por los de Paullier...

Y andá mirando siempre al cielo... nunca se sabe cuando puede caer tu amigo Joe...

Abrazo.-

Anónimo dijo...

Qué casualidad. Yo vivo en un pueblo llamado Requena, en España.

Salva
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